En palabras del propio Siqueiros, La Tallera es una idea que desde 1920 teníamos Diego Rivera y yo, es decir la creación de un verdadero taller de muralismo donde se ensayaran nuevas técnicas de pinturas, materiales, aspectos geométricos, perspectivas, etcétera. Este espacio, construido en 1965, se convirtió en la casa-estudio del artista, donde vivió los últimos años de su vida. El proyecto generó un museo-taller-residencia artística dedicado a la producción y la crítica de arte, así como un programa público que le acompaña: cafetería, librería, biblioteca, archivo documental y talleres.