Pasar las páginas de este libro es como estar tomando un café con su protagonista. El artista Pedro Friedeberg, mientras recuerda y nos cuenta las anécdotas de personajes excéntricos que ha coleccionado a lo largo de su vida, retrata la Ciudad de México en los años cincuenta como una ciudad artística y vibrante, en donde se relacionó con gran-des exponentes del arte de la época como Remedios Varo, Leonora Carrington, Jack Kerouac, Luis Barragán, y su inolvidable mentor, Mathias Goeritz.