Luego de señalar que Occidente ve el mundo como una "síntesis imponente" semejante a una toma aérea en la que se pierden los pequeños detalles, el escritor antillano Edouard Glissant postuló un pensamiento-archipiélago a través del cual es posible conocer las sutilezas del paisaje, los recovecos que albergan formas de vida no tan evidentes para la mirada panorámica. Esta concepción guio la propuesta curatorial de Itzel Vargas Plata en la exposición colectiva Los huecos del agua. Arte actual de pueblos originarios, que albergó el Museo Universitario del Chopo en 2019. Este libro es en parte un registro de la exhibición, pero sobre todo la sitúa como punto de partida para una reflexión de mayor alcance. Los ensayos aquí reunidos problematizan la noción convencional de "arte contemporáneo" al explorar las expresiones creativas de pueblos originarios y cuestionan las implicaciones del término "indígena" a la luz de una lectura plural de la historia del Estado mexicano.