O es un poema que se desenreda sensorialmente a través de órbitas de percepción. La letra O (su grafía, forma, sonido) se convierte en un portal o hueco infinito para experimentar derivas múltiples (el círculo, el giro) y espacios oníricos que habitan con la velocidad macroscópica del espacio o los sistemas del cuerpo mientras transitamos espacios urbanos. O es una caída y una oda a las cavidades del lenguaje para abrir espacios inesperados de potencia y mutación.