En 1971, la artista y activista brasileña Claudia Andujar viajó a la región del río Catrimani, en la parte norte de la Amazonia brasileña. Desde ese momento, entabló una relación con el pueblo yanomami que se convertiría en un compromiso de por vida con su gente. La producción fotográfica de Andujar ha dado a conocer las consecuencias de la invasión del territorio Yanomami por buscadores ilegales de oro, las constantes violaciones a sus derechos humanos y el genocidio iniciado por la dictadura brasileña. Los textos incluidos en esta publicación narran la historia de la lucha Yanomami para evitar que esta violencia se repita.