La primera monografía del artista cubano Wilfredo Prieto se desarrolló dentro del ámbito de su primeras exposiciones institucionales en Bélgica y Alemania, y una muestra individual más grande en Cuba, su país natal. El libro incluye obra que el artista ha elaborado desde 1995. Cuatro ensayos contextualizan el trabajo publicado; cada uno cubre un aspecto importante de la obra de Prieto. Gerardo Mosquera coloca la imaginería de Prieto dentro de la historia del arte con una perspectiva latinoamericana; Guillaume Désanges revisa algunos aspectos artísticos y éticos del valor económico de la obra de Prieto; mientras que el ensayo de Thibaut Verhoeven se entrena al potencial socio-crítico de las estrategias minimalistas de Prieto. Además, el libro contiene una extensa conversación entre Wilfredo Prieto y Gabriel Orozco, en la que discuten las estrategias artísticas que se asimilan o difieren en sus respectivas prácticas.