Para encontrar identidad y fuerza, cada época ha inventado una idea distinta de 'clásico'. Así, lo 'clásico' concierne siempre no sólo al pasado, sino también al presente y a una visión del futuro. Para darle forma al mundo de mañana es necesario repensar nuestras múltiples raíces. ¿Por qué la heroína de un famoso manga japonés se llama Nausícaa? ¿Por qué tras el 11 de septiembre de 2001 el mulá Omar comparó a América con Polifemo, "un gigante cegado por un enemigo al que no sabe nombrar", por un Nadie? ¿Debemos quedarnos desconcertados por estas citas –si creemos que Homero es más 'nuestro' que de los japoneses o los musulmanes– o vale más que reflexionemos sobre la intensidad y la eficacia de unas citas que vienen de tan lejos? Salvatore Settis recorre los senderos de la historia del arte, desde los rascacielos americanos posmodernos hasta los romanos y los griegos, para mostrar cómo ha cambiado la idea de lo 'clásico' a lo largo de los siglos, en una estrecha comparación entre antiguos y 'modernos' llevada a cabo siempre en función del presente, como un duelo entre interpretaciones opuestas del pasado y del futuro.
Ninguna civilización puede pensarse a sí misma si no dispone de otras sociedades que le sirvan de término de comparación, de otro lugar en el tiempo (griegos y romanos) y de otro lugar en el espacio (las civilizaciones extraeuropeas). Cuanto mejor sepamos mirar lo 'clásico' no como una herencia muerta que nos pertenece sin merecerla sino como algo sorprendente, que tenemos que reconquistar todos los días, como un potente estímulo para entender lo 'diverso', tanto más sabremos formar a las nuevas generaciones para el futuro.