El inabarcable género de las crónicas de viaje suele ser colapsado por la crítica en un ente simplificado, cuyo propósito consiste en conducir al lector a distintos lugares a través de ese maravilloso artefacto de transporte virtual que es el libro impreso. Sin embargo, si lo examinamos detenidamente, se perfila con mayor contraste el juego variable de las intenciones —cumplidas e incumplidas— que se expresan a través de cada mirada ajena.
Como botón de muestra, el presente compendio de Andanzas, basado en las cartas escritas por Mary Wollstonecraft Shelley mientras fungía como chaperona de su hijo y sus amigos universitarios durante ese rito de pasaje convertido en rito de paisaje conocido como el Grand Tour.
T.H. "Cartas de una chaperona radical", (fragmento del prólogo de la obra).