Juan de Villanueva (1739-1811) es uno de los pocos nombres de la historia de la arquitectura española que encaja, sin desdoro alguno, en una historia universal de la disciplina. Conocido fundamentalmente por el edificio que hoy alberga el Museo del Prado, su carrera profesional estuvo vinculada a los Reales Sitios (en particular a El Escorial) y a la ciudad de Madrid, a la que contribuyó a dotar del nuevo aspecto moderno y monumental que quería Carlos III; en ella dejó algunas de las obras más representativas de la arquitectura neoclásica hispana como el oratorio de Caballero de Gracia o el observatorio astronómico.