El lago de Zirahuén, ubicado en Michoacán, constituye un territorio particular para los pueblos ribereños que lo rodean: Zirahuén, Tembúcharo, Agua Verde, Copándaro. No es solamente un elemento geográfico, es una entidad viva: una mujer con voluntad propia que incide en todos los ámbitos de los pueblos. Los habitantes de la zona mantienen una relación antiquísima con su lago, viven de él y algunos hasta mueren en él. Este corpus es una muestra de narraciones que manifiesta un traslape entre espacio y tiempo, entre símbolos y conceptos, geografía y persona.