Este libro, publicado originalmente en 1968, es un intento de relacionar la estética arquitectónica con la historia social del mundo occidental.
En la primera parte de la obra se expone un conjunto de principios teóricos y clasificatorios, que se aplican en la segunda parte del libro a nueve casos de estudio tomados de la historia de la arquitectura.
Antes y durante la Edad Media, la arquitectura se alzaba como un caparazón protector entre el ser humano y el mundo exterior: se tornó introvertida como reacción a la decadencia del Imperio Romano, se volvió defensiva y tímida ante la inseguridad de las grandes migraciones, y más abierta y atrevida cuando las condiciones mejoraron en el siglo XIII.