Pathos espiritual y sexual en el arte de vanguardia "Ocurra lo que ocurra, ya sea que los artistas produzcan, ya sea que mueran personas ricas, todo beneficia a los museos; son como las casas de juegos: no pueden perder; y ésa es su maldición. Pues los hombres se pierden sin remisión en sus galerías, solos ante tanto arte. No hay más reacción posible que la que Valéry considera como sombra general (...) del progreso de dominio material (...): la superficialidad creciente". Con esta cita de Adorno se abren estas Emociones extremas. Pathos espiritual y sexual en el arte de vanguardia, una colección de brillantes ensayos en los que Donald Kuspit, haciendo gala de una portentosa facilidad para introducir de inmediato al lector en el centro del debate, examina de manera precisa y amena algunos hitos principales de la reciente historia del arte, desde el reino mágico del museo a los retratos de Picasso, pasando por las imágenes patológicas de Nan Goldin, la pureza deseada de Mondrian o los absolutos anales de Jiri Georg Dokoupil: un soberbio repaso a este arte de vanguardia en el que, mal que bien, seguimos naufragando apasionadamente.