La perspectiva de la “futurabilidad” pone de relieve la multiplicidad de futuros posibles inscriptos en la actual conformación del mundo. Si hoy el despliegue de los acontecimientos se nos presenta como inevitable, es porque el código capitalista traduce las dinámicas de la innovación a la lógica de la acumulación privada. Bifo señala que para desarrollar otras posibilidades inmanentes es necesario emancipar al conocimiento respecto del paradigma económico vigente y liberar el tiempo humano de las limitaciones del trabajo asalariado por medio de la tecnología.
La redistribución de la riqueza, el fin de la tiranía de las finanzas y de la precariedad solo serán posibles cuando los trabajadores cognitivos del mundo, responsables de la actual programación de la maquinaria social, sean capaces de reprogramarla para que sirva a los intereses de la mayoría. No podemos cambiar la sociedad del modo en que intentaron hacerlo las revoluciones políticas de la historia moderna; lo que sí podemos es construir una plataforma tecnológica cooperativa que posibilite el despertar de la conciencia común de millones de ingenieros, artistas y científicos del mundo.