Catorce autores que han intercambiado vidas, pensamientos y escrituras entre países se suman a una introspección colectiva sobre las relaciones entre lugar interior y lugar exterior, entre lengua y lenguaje, entre lengua materna y lengua destino. En esos traslados —intelectuales, estéticos, políticos— encontramos profundos rasgos de posibilidad y anhelo, pero también de búsqueda y duda, inseparables de cualquier lenguaje: los rasgos mismos de los que está hecha la literatura.