La extensa tradición escultórica de México está marcada por la constante exploración no solo de los elementos formales, sino también de las relaciones espaciales, sociales y culturales que la impregnan. Uno de los aspectos más notables de esta indagación es el papel que ha jugado la escultura en la construcción de los espacios públicos: la inscripción de la escultura en el espacio ha moldeado ciertas narrativas y ha esculpido identidades y símbolos que luego son apropiados y cuestionados según las transformaciones que experimenta la propia sociedad.
- Pedro Reyes