La arquitectura y los muebles de Oscar Hagerman (1936) remiten a lo esencial, parten de una austera sencillez. Durante más de cincuenta años ha trabajado en comunidades rurales en México diseñando y construyendo escuelas, viviendas, clínicas y otros proyectos. Su arquitectura, hecha con los materiales directos de la tierra, y su diseño de mobiliario, la más pequeña de las arquitecturas, coinciden en ser aproximaciones sutiles que crean un diálogo permanente con el lugar y la cultura.