En medio de una devastación ecológica en aumento constante, la teórica feminista multiespecies Donna J. Haraway ofrece nuevas y provocadoras maneras de reconfigurar nuestras relaciones con la tierra y sus habitantes. Evita referirse a nuestra época actual como el Antropoceno: prefiere el concepto de lo que llama el Chthuluceno, ya que describe más y mejor nuestra época como aquella en la que humanos y no humanos se encuentran inextricablemente ligados en prácticas tentaculares.
El Chthuluceno, explica Haraway, requiere sim-poiesis, o hacer-con, en lugar de auto-poiesis, o auto-creación. Aprender a seguir con el problema de vivir y morir juntos en una tierra herida favorecerá un tipo de pensamiento que otorgará los medios para construir futuros más vivibles.