La muestra está concebida como un guion y una lista de obra que cada institución y curador que la realice podrá ejecutar de formas distintas, según su interpretación particular del texto de Amorales y sus posibilidades materiales, arquitectónicas y organizativas. En ese sentido, cada exposición será una interpretación de la matriz del trabajo de Amorales, al igual que un compendio de su obra, rechazando la organización de su trayectoria en orden cronológico o clasificatorio.

Una retrospectiva convencional sería del todo contraria al espíritu del trabajo de un artista autodenominado “Amorales”. La fijeza de la retrospectiva es evidentemente opuesta al universo de posibilidades que su identidad fabricada ha llegado a contener, y la cronología resulta irrelevante para un mapa conceptual que se relaciona mediante saltos y ecos a lo largo del tiempo. Así, una muestra que siga la lógica del trabajo de Amorales debe ser un mapa cambiante, un juego de máscaras, una corriente de ideas y acciones.