En un célebre pasaje de Las partículas elementales, Michel Houellebecq habla de las “mutaciones metafísicas” como “transiciones radicales y globales de la visión del mundo adoptada por la mayoría”.
Singulares, implacables, las mutaciones metafísicas significan un cambio radical en la captación de lo real, la imposición de un nuevo horizonte de significatividad; socavan los juicios estéticos, las jerarquías sociales, los sistemas políticos y las estructuras económicas. “No hay fuerza humana que pueda interrumpir su curso –dice Houellebecq- salvo la aparición de una nueva mutación metafísica.”